...

Y el cuerpo le caía pesado sobre la cama... luego de esas noches de anarcóticas corridas, de lujuria y falsedad, esas que son máscaras que tapan la realidad que recorre cada neurona de su cerebro.
Su cabeza no podía parar de volar y flotar sobre nubes, en las cuales ella quisiera estar de por vida, mirando esas pequeñas hormiguitas que allá abajo corren sin cesar. Su cuerpo por momentos inmóvil, cada vez mas dregradado, quería dejar de funcionar. Un día... silenciosamente tomó la desición de que su cabeza ya giraba demasiado rápido para estar allí. Y en puntitas de pié se marchó... sin rastros, ni señales, solo unos cordiales "gracias" y "adios".

...

tan estructuradamente perfecto, que te envuelve para que te lo creas.
son realidades plenamente irreales. quiero, o creo, o pienso, o siento, que no entiendo lo que no se si se quiere, se cree, se piensa, o se siente... eso es realmente insoportable...

cuando llegas hasta el estado de una gran inutilidad, infelicidad, e inconformismo, te das cuenta que no hay nada que te ayude a olvidarte de tu egoismo, de tu inconciencia, de tu dejadez, de tu inestabilidad, de tu desilusion...

cuando las venas se hinchan de sange hirviendo y burbujeante...

cuando sentis infladas las mejillas y los ojos rojos y calientes...

cuando tu estomago se retuerce pidiendo ayuda y haciendo una plegaria de amor...

ahi...
justo ahi...

es cuando tomas la desiscion de que ya no tiene sentido, y ahora si que no vale la pena...

IRONIA DE LA QUE TE VAS A LIBRAR, EL DIA QUE LLEGUES A LA CONCLUCION QUE EL NO TENER SENTIDO NI VALER LA PENA, ES JUSTAMENTE ESO... UNA DESICION.

...Sufrir, amar, partir...

Era mas blanda que el agua que el agua blanda,
era mas fresca que el río, naranjo en flor.
Y en esa calle de hastío, calle perdida,
Dejó un pedazo de vida y se marchó.
Primero hay que saber sufrir, después amar,
después partir, y al fin andar sin pensamientos.
Perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor,
que se escaparon con el viento.
Después, que importa del después,
toda mi vida es el ayer ,que me detiene en el pasado,
eterna y vieja juventud que me ha dejado acobardado,
como un pájaro sin luz.
Que le habrán hecho mis manos? que le habrán hecho, para dejarme en el pecho tanto dolor?
Dolor de vieja arboleda, canción de esquina, con un pedazo de vida, naranjo en flor.
Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir, y al fin andar sin pensamiento.
Perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor que se escaparon en el viento.
Después, que importa del despumes, toda mi vida es el ayer, que me detiene en el pasado...
Eterna y vieja juventud que me ha dejado acobardado, como un pájaro sin luz.

Que le habran hecho mis manos, que le habran hecho, para dejarme en el pecho tanto dolor

Este corazón incontrolable
Que me arrastra por los rincones,
Que me quita el apetito,
El sueño, y la inquietud

Escalofriante sensación
Que corre por mis venas,
Que me eriza la piel
Y me ahoga en cada pena.

Tan lejos tu presencia
Y a la vez tan cerca,
La verdad ante tus ojos
Aunque no la puedas ver.

Y la máscara blanca
Que cubre mi húmedo rostro,
Se desvanece en tus caricias
Cuando me quitas del despojo.

Fría y rancia soledad
Que me consume y me marea,
Otra noche sin tus ojos
Atrapada a tu condena.

Contadas veces que he sentido
El calor de tu cuerpo,
Sin que sospeches si quiera
Que solo siento que me muero.

Cerebro chorreante y agrio
Que no permite guiarme,
En este mundo descolorido
Que me quita la sonrisa.

Cerebro que no conecta
Con el pequeño motor rojo,
Que bombea sangre y amor
Y me quita los antojos.

Otro atardecer sin tu alma
Que me desborda de mi cuerpo,
Necesito de tu mirada
Para tenerte por completo.

...........

Flores negras, flores muertas
Flores que nunca florecen
Porque algo salio mal

Una habitación desnuda
Un silencio que se muda
Como siempre.
Hacia la parte de atrás
Como musa marihuana
Como ángeles hermanas
Que me llevan moderado
Donde voy.

Necesito ver su cara
Tanto como ver la lluvia
Para apagar el incendio
Que quedo.

Ese lunes fue feriado
¡Que me dejo tan tirado!
Las pastillas.

O aquel estupido amor
Animales callejeros
Que con magia me vendieron
En pequeñas cuotas
Un nido marrón.

Nos quedamos atascados
En un mundo equivocado
Donde no existen
Las gracias ni el perdón

Tu perfume sabe a rosa
Y tus labios a esa cosa
Que me arranca
Y me destroza el corazón.

Nena te extraño.
Tanto que no puedo respirar

Flores negras, flores muertas
Flores que nunca te dicen
Si el camino que tomaste
Fue el mejor.

No me importa que te rías
O que la vida te sonría
O que te muestres por la calle
Con tu amor.

Nena te extraño.Tanto que no puedo respirar

Nena te extraño.Tanto que no puedo respirar

El Angel De La Bicicleta

En Argentina hay mucha gente interesada en borrar los días 19, 20 y 21 de diciembre de 2001 del calendario histórico.Aquella víspera de navidad en la que cayó el presidente De la Rúa, despierta una vergüenza latente en toda la clase política que por aquellos años conducía este país (¿o vamos a creer que el único culpable fue De la Rúa?), que es -¡caramba!- la misma que lo conduce hoy por hoy. Ellos tienen mucho miedo de que se haga justicia, de que seriamente se revise el calendario de aquellos tres días en los que asesinaron a una treintena de personas y se descubra que la responsabilidad en esos actos de bruto ostentamiento de un poder anquilosado la tienen ellos: gobernadores, diputados, senadores, ministros…Por eso el 19, el 20 y el 21 no se mencionan más, y en su reemplazo se agitan demonios de inseguridad constante y reclamos “avasallantes” y “antidemocráticos” por parte de quienes menos tienen.En este contexto es más que interesante conocer la historia de Pocho Lepratti, un muchacho de 35 años que había nacido en concepción del Uruguay, pero decidió vivir en el barrio Ludueña para trabajar con los más humildes.Pocho estaba siempre allí. Pocho vivía allí, y en el barrio coordinaba talleres para niños, daba clases y también trabajaba con el grupo de jóvenes “La Vagancia”.El miércoles 19 de diciembre de 2001, harto de que la policía dispare contra pibes y mujeres, se subió a la terraza de la escuela Nro. 756 del Barrio Las Flores, donde colaboraba con la preparación de la comida. Intentó parar la represión, pero un policía del móvil Nº 2270 del Comando Radioeléctrico de Rosario disparó directamente contra el cuerpo de Pocho, matándolo de inmediato.¿Nadie hizo nada?Conocer la historia de Pocho es conocer un poco el contexto de la historia reciente de este país. ¿Cuántas veces hemos escuchado la frase que dicen algunos -muy seguros de sí mismos-: “la gente salió espontáneamente a la calle en diciembre de 2001″?. Espontáneamente… ¿qué quieren decir exactamente con ese “espontáneamente”?, ¿que no hubo un antes ni un después de esos tres días?, ¿que las “cosas” sucedieron de una manera lógica y efímera?, ¿que nadie hizo nada para que “la gente” caiga en la pobreza más inhumana?.“Espontanizar” aquellos sucesos claves en la historia de la Argentina es actuar de mala fe, es dejar de ver a la cara a Pocho Hormiga, y a todas las personas del barrio en el que él trabajaba y vivía.León dijo hace muy poco en un medio de Rosario: “El tema está dedicado a Pocho Lepratti, un militante social que conseguía comidas para varios comedores del barrio Ludueña, el más pobre y populoso de Rosario. Lo mataron durante los hechos del 20 de diciembre, que terminaron con el gobierno de De la Rúa. Yo no conocía su historia, pero cuando voy a tocar a Rosario veo en las paredes unas bicicletas con alas, y me dicen que esos dibujos son por Pocho Lepratti, que andaba siempre en bicicleta”.

Cambiamos ojos por cielosus palabras tan dulces, tan clarascambiamos por truenos
Sacamos cuerpo, pusimos alasy ahora vemos una bicicleta alada que viajapor las esquinas del barrio, por callespor las paredes de baños y cárceles¡Bajen las armasque aquí solo hay pibes comiendo!
Cambiamos fe por lágrimascon qué libro se educó esta bestiacon saña y sin almaDejamos ir a un ángely nos queda esta mierdaque nos mata sin importarlede dónde venimos, qué hacemos, qué pensamossi somos obreros, curas o médicos¡Bajen las armasque aquí solo hay pibes comiendo!
Cambiamos buenas por malasy al ángel de la bicicleta lo hicimos de lataFelicidad por llantoni la vida ni la muerte se rindencon sus cunas y sus cruces
Voy a cubrir tu lucha más que con floresVoy a cuidar de tu bondad más que con plegarias¡Bajen las armasque aquí solo hay pibes comiendo!
Cambiamos ojos por cielosus palabras tan dulces, tan clarascambiamos por truenos
Sacamos cuerpo, pusimos alasy ahora vemos una bicicleta alada que viajapor las esquinas del barrio, por callespor las paredes de baños y cárceles¡Bajen las armasque aquí solo hay pibes comiendo!

(León Gieco. Luis Gurevich)

azul clarito

You talk about life, you talk about death,And everything in between,Like it's nothing, and the words are easy.You talk about me, and you talk about you,And everything I do,Like it's something, that needs repeating.I don't need an alibi or for you to realize,The things we left unsaid,Are only taking space up in our head.Make it my fault, win the gamePoint the finger, place the blameIt does me up and down,It doesn't matter now.

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Qué decir...
Que decir ahora que no estás mas acá...
El viento golpeó mi cara, al salir a la calle. Despertándome exaltada todas las noches, puedo oírte llegar.
No toques la puerta, solo entra, estaré esperándote el fin de semana entrante…
No me tortures con tus caricias y besos, pues son esos los que ahora que no estás, me hacen falta…
Son esos comentarios tan placenteros los que hoy me llenan de nostalgia, y vuelven a mi mente a cada segundo.
Son tus ojos los que quedaran por siempre en mi, que no puedo sacarme en este momento la impotencia de no poder verlos nunca mas…
Son tus potentes carcajadas las que algunas vez quedaron en lo mas profundo de mis recuerdos…
Esta es la verdadera soledad, que mueve cada hojita de los árboles cuando yo camino a su lado… que abre mares y revuelve tierras para darme paso… esa soledad… mi fiel compañera…

Qué decir…
Qué decir… ya no hay palabras para tanto dolor, dolor frío como tus manos, dolor seco como vientos sureño, que curte las pieles y añeja gargantas…
Dolor profundo… inexplicable…
Qué decir…
Qué decir…