
Una vez mas aca, suplicando, rasguñando. Tu maldito motor me intoxica por completo.
Pero mis venas se regocijan con tu veneno. No hay nada mas nocivo que vos. Y me fascina por completo tu radioactividad, complicada, retorsida...
Parece que nunca puedo apagar el incendio. Esta vez lo apagaste vos.
Necesito de tu fiebre, de tus espinas, y tu perfume cautivante.
Corazón radioactivo que se enciende al nombrarte.
Ojalá algún día te des cuenta.