martes, 24 de noviembre de 2015

Canción de las simples cosas



Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas,
lo mismo que un árbol que en tiempos de otoño se queda sin hojas.
Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas,
esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amó la vida.
Y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas.
Por eso muchacho, no partas ahora soñando el regreso...
Que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo.

Demorate aquí, en la luz mayor de este mediodía, 
donde encontrarás con el pan al sol la mesa tendida.
Por eso muchacho, no partas ahora soñando el regreso...
Que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo.

(Armando Tejada Gomez - César Isella)


Girones de calor

Si de vacíos hablamos,
(O sin querer lo tocamos),
Puedo contarte secretos,
Que nunca has imaginado.

Si de sal llenas tu piel,
Miras el cielo al amanecer,
Quizás no estés tan solo,
Quizás yo te pueda entender.

No pretendas que el mundo
Brille siempre para vos,
Pero a un lado del camino
hay girones de calor.

Si respiras hondo en negro,
si el ardor de tu nariz
se colapsa en tu cerebro
y haces un nuevo matiz.

Si tu hielo es insolente,
Su mirada está latente,
Y vos jadeas de libertad
Masticando soledad.

Si el temblor inadvertido
Viene sólo para vos,
Si crees que ya te has ido,
Alguien sueña tu canción.